Descansá en paz, mérito deportivo
- Federico Umana
- 20 jul 2015
- 3 Min. de lectura
La compra de la plaza de San Lorenzo en la Liga Nacional de Básquet despierta sin dudas amores y odios, sensaciones encontradas que tocan a todos los que nos gusta el básquet y, sobre todo a los que trabajamos en el ambiente periodístico.
El pasado viernes se anunció en conferencia de prensa la llegada de San Lorenzo de Almagro a la Liga Nacional de Básquet para la venidera temporada 2015-16, comprándole la plaza (o fusionándose) al recién ascendido 9 de Julio de Río Tercero, dejándolo sin posibilidades de disputar la máxima categoría del deporte a nivel nacional. Con bombos y platillos Fabían Borro, presidente de la AdC, anunciaba el regreso (más adelante explico por qué regreso) de los cuervos a la primera división.
Y más que dejarlo sin chances a los cordobeses de jugar un año aunque sea de la LNB, deja sin chances de sacar chapa y tener la oportunidad de demostrar por qué llegó donde llegó dentro de la cancha. Deja sin posibilidades de ver el mejor básquet de nuestro país a una ciudad que respira este deporte. Que se ilusionó, vivió, sintió, sufrió y terminó festejando el ascenso que al final, no fue tal, sino que por la decisión de la comisión directiva, a la que le queda solo un año en el cargo, se optó por venderle la plaza a otro equipo y allí estaba Marcelo Tinelli, digo, San Lorenzo para aprovechar.
En este párrafo me quiero detener y detallar los méritos deportivos del club de Capital Federal. Busco y busco pero no encuentro mucho. Un decimoquinto puesto en la temporada pasada del ascenso de nuestro básquet (luego de perder en Cuartos de Final de la conferencia Sur contra, oh casualidad, Sportivo 9 de Julio de Río Tercero) tras salir octavo en la fase regular en la misma conferencia y una temprana eliminación en la Reclasificación de la región Sur en el Torneo Federal 2013/14, a manos de Independiente de Neuquén en un contundente 2-0, (recordemos que accedió al TNA comprando plaza en la extensión de la categoría) son lo más reciente que tenemos del equipo porteño en categorías de básquet nacional y eso, comparando con lo que ha realizado Sportivo 9 de Julio, deja mucho que desear.
Ah, me olvidaba, una cosa más, busco en los libros de la Liga, y categorías inferiores, desde que se juega (año 1985) y veo solo 1 (una) participación del conjunto azulgrana que en la primer edición (1985) descendió y nunca más pudo volver a participar de la elite del básquet nacional. El único título que consiguió fue el del Prefederal en 2013 (cuarta categoría de jerarquía nacional) al ganarle a Independiente de Avellaneda. Consideraba necesaria la aclaración por las declaraciones del presidente Matías Lammens que en conferencia de prensa afirmó que San Lorenzo “tiene una historia riquísima en el básquet históricamente”. Dejo que usted saque su conclusión.
En cambio en esta fusión donde las partes se fusionaron tanto tanto que parece una sola blaugrana, (localía de San Lorenzo, jugadores de San Lorenzo, saldrá a la cancha con el nombre de, si adivinaron, San Lorenzo), el Patriota, como lo llaman sus hinchas, parece haber quedado sin Patria y el Gordo como nombran al estadio parece estar más flaco que nunca. Los hinchas de la institución, en el microclima tuitero, se mostraron decepcionados y junto a aficionados y algunos jugadores de la LNB fueron acompañados en el sentimiento. Me gustaría resumir todo en una frase de @javichors (Javier Pellegrino en Twitter), donde mencionando a los colegas de Basquet Planeta, quienes siguieron a 9 de Julio en todo su recorrido para ascender a la Liga A, (@BasquetPlaneta) puso el siguiente mensaje: “Festejar un ascenso que no fue, es peor que llorar un descenso”.
Y si, lo es porque ahora sabemos dónde estará San Lorenzo pero aún desconocemos lo que será de los riotercerenses que hasta hace unas semanas festejaban el glorioso hecho de ser de primera, hecho que algunos le robaron y por ende no sabemos donde jugará la próxima temporada el equipo de Córdoba.
Será una novela en donde cada uno de los capítulos venideros demostrará y juzgará el ver si fue una buena decisión tanto para la dirigencia cordobesa, los muchachos de Almagro y la AdC o simplemente, un capricho que destrozó todo. Por ahora hay algo seguro, en paz descanses, mérito deportivo.
Comments