Naranja mecánica
- por Federico Umana
- 4 jun 2015
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El partido entre Holanda y Egipto presentó a dos equipos que, desde el comienzo, se sabía que iban a buscar diferentes cosas. Por parte del conjunto holandés, dominar el juego, tener la posesión de la pelota y hacer ancha la cancha para que aparezcan los espacios y a partir de ahí marcar la diferencia. Por el lado de Egipto, defender, estar concentrado y aguardar por alguna contra.
Planteado así, fue que casi logró la apertura del marcador el elenco africano por una serie de contras que tuvo que, por mala definición o buena respuesta del arquero Pirmin Blaak. Eso si, cuando Holanda se acomodó en el terreno de juego, agarrate.
Recién en el segundo cuarto marcó diferencia en el tanteador con el gol de Bob de Voogd, lo que marca a las claras la resistencia egipcia que, igualmente, no pudo aguantar todo el encuentro. Así llegó el entretiempo, 1-0 para Holanda.
Arrancó el tercer cuarto y los europeos estiraron la diferencia con gol de Seve van Ass tras una bella definición ante la salida de Gamal, el arquero africano. Así las cosas, hubo varios córners cortos para ambos conjuntos (más para Egipto) pero no se sacaron diferencias y terminaron el cuarto 2 por 0 para los de naranja.
En el último cuarto, Mink van der Weerden y de Voogd, nuevamente, pusieron las cifras definitivas para el partido: Holanda 4 – 0 Egipto. ¿El trámite del cuarto? Eso mismo, pero para Holanda que fue dominadora absoluta y no dejó jugar a su rival.
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