Falleció Cristian Gómez, jugador de Atlético Paraná

Cuando nos tratábamos de recomponer, de salir de entre las cuerdas para jugar al fútbol y rendirle homenaje a Emanuel de la mejor manera, el ¿destino? nos volvió a arrinconar. En Corrientes, Boca Unidos y Atlético Paraná estaban intentando jugar al fútbol, aunque eso ya no importa en este contexto. Y cuando digo este contexto me refiero a todo: a las condiciones de los estadios, a la vergüenza del Boca-River, a la inseguridad en los partidos, a la barra, a todo. Y hoy, la locura que ya excede al ambiente del fútbol, nos deja otra muerte lamentable, triste, nefasta.

Poco más de treinta minutos iban jugados del primer tiempo, cuando Cristian Gómez, de 27 años de edad, se desplomó en la mitad de cancha. Las imágenes impactan. Golpean el alma de cualquiera. Compañeros y rivales, advertidos de que algo estaba pasando, lo abanicaron con sus camisetas, dejando una imagen de estupor y desesperación. Fue una muerte súbita la de Cristian, aunque en un principió se creyó que fue epilepsia. Gómez fue trasladado al Hospital Escuela de Corrientes. El veedor de la AFA aseguró que llegó muerto al lugar. No presentaba ningún antecedente antes de este hecho. Inclusive, el jugador se había realizado los estudios pertinentes hacía un mes y su estado de salud era óptimo.

José Vizcarra, delantero de Boca Unidos, lo vivió desde afuera y habló para medios televisivos. Sumamente consternado y con lágrimas en los ojos, describió los momentos tensos que se presenciaron en el estadio. “Cuando se detuvo el juego, supimos que algo grave estaba pasando”.

El defensor nació en Rafaela. Llegó a Atlético Paraná en 2015 y luego de un breve paso por Sportivo Patria. Ambos planteles se acercaron al hospital. Entre tanta amargura hay que decir que los jugadores, testigos de lo sucedido hoy, dieron el ejemplo que otros no supieron dar hace una semana atrás.

Otra muerte que lamentar. Junto con Emanuel y tantos otros, seguirá pateando en el cielo y saltando entre nubes. Muchos testimonios se están dando y mucho más se hablará también. Tristemente es redundante decir que esto no queremos que pase más.

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