Emotivo homenaje a los campeones de 1950
- por Nicolas Scaiola
- 14 may 2015
- 2 Min. de lectura

Corría el año 1950 cuando se decide realizar el primer mundial de básquet. Con Europa desbastada a causa de la segunda guerra mundial, la sede elegida fue Argentina, y el Luna Park, albergaría todos los partidos. Si bien el local llegó a la final del campeonato, no era el candidato a obtener el título, este rol le pertenecía al equipo de Estados Unidos que también llegó a esa instancia.
El 3 de noviembre se jugó la final, la cual definía quien era el mejor. Esa noche los argentinos dieron el batacazo y le ganaron a los norteamericanos por 64 a 50, dejando al básquet nacional en lo más alto. Con el estadio lleno de gente que no paraba de festejar, en las afueras se acercaban con antorchas encendidas en reconocimiento al equipo, en lo que se denominó “la noche de las antorchas”.

Hoy 2015, en el marco del 27º Juego de las Estrellas, aquellos campeones volvieron al Luna Park en un merecido homenaje. Ese equipo, que escribió la primera página de la historia grande del básquet nacional, se hizo presente; algunos asistieron y otros, que ya no están físicamente, fueron representados por sus hijos. Los jugadores de la selección actual, con Luis Scola a la cabeza, le entregaron sus camisetas bajo los aplausos del público que permaneció de pie durante todo el reconocimiento.
El ambiente se llenó de emoción y se notaba en las caras de nuestros campeones, que tal vez, era la primera oportunidad que tenían de mostrarles a sus hijos y nietos la dimensión de aquella hazaña, y que antes de los Ginobili, Scola, Nocioni y demás, ellos fueron los encargados en dejar el básquet nacional en lo más alto. Se retiraron con la ovación y agradecimiento de la gente, como hace 65 años atrás.
Fotos: Juego de las Estrellas
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